“– ES UNA PEQUEÑEZ –dijo–. PODÍAS HABER TENIDO
LA ETERNIDAD
–
Lo sé. He sido muy afortunado.”
No sé si, con la que está cayendo
esta semana sobre personajes famosos y queridos por todos nosotros, es lo más
adecuado reseñar un libro que gira en torno a la Muerte… Pero qué demonios,
como decía mi querido Quixote, gente muere todos los días, así que, ¿qué más da
que lo reseñe ahora o ya si eso luego?
Ya hablé aquí en su día de Terry
Pratchett, y no voy a volver a hacerlo. Para recapitular brevemente, por si
alguien no le conoce, es un escritor de fantasía humorística inglés,
tremendamente popular y conocido gracias a su revisión del género con la saga
de Mundodisco, en la que ya lleva publicadas casi 40 novelas. Que se dice
pronto.
En esta cuarta entrega de la saga, nos presentan al personaje de Mort, un joven campesino que, por avatares y azares del Destino (nunca mejor dicho), acaba convirtiéndose en el aprendiz de La Muerte. Al mismo tiempo, la parca comienza a tomarse descansos cada vez más prolongados, dejándolo todo en manos del muchacho, y su desidia llevará a un desequilibrio cósmico y a casi provocar un colapso en las fuerzas de la realidad. Todo muy épico y grandioso…
O así lo sería si no estuviera
Pratchett a los mandos del aparato. Ya en las dos primeras (especialmente la
primera) novelas de Mundodisco se nos demostraba que La Muerte era un personaje
tremendamente carismático, y muy diferente de lo que te pudieras esperar… y
aquí, al darle el papel protagonista (no será la última novela en que lo
tenga), no hace sino confirmárnoslo. A ella (mejor dicho, él, porque aquí La
Muerte es un hombre, a pesar de la traducción en español que la feminiza), insensible,
fría e inexorable (“LA JUSTICIA NO EXISTE. SOLO EXISTO YO”), se opone la
ingenuidad, el sentido de la moral y el patetismo de su aprendiz Mortimer,
Mort, que se irá volviendo cada vez más como su amo al desempeñar sus funciones
de segador de almas.
Pero si bien la historia es
interesante, Pratchett destaca una vez más en el estilo, esa pluma tan irónica,
teñida de humor inglés que impregna cada una de las frases de la obra, pudiendo
atacar con pasajes totalmente inesperados. Como este, por ejemplo:
“– Eres hechicero. Creo que hay algo que deberías saber –dijo la
princesa.
–
¿DE VERAS? –dijo la Muerte.
(Ése
es un truco cinematográfico adaptado para las artes gráficas. La Muerte no le
hablaba a la princesa. En realidad, se encontraba en su estudio, conversando
con Mort. Pero ¿a que és efectivo, eh? Probablemente se denomine fundido a
negro o zoom/corte transversal. O algo por el estilo. Una industria que se
permite llamar Best Boy a un técnico experimentado, puede ponerle cualquier
nombre.)”
En serio, ahora releed esos
párrafos. Analizadlos. Creo que es el maldito mejor cambio de capítulo que he
leído en toda mi vida. Y he leído muchísimas novelas. Un tío que se permite
introducir una referencia metaliteraria, hablando de cine en época actual, en
una novela fantástica de ambientación medieval… Sin duda merece todo mi
respeto.
Y luego está el final. Esos
últimos capítulos geniales que, aunque un tanto predecibles, te hacen devorar
con ansia las páginas, como si no supieras lo que vas a encontrarte. Y, por
supuesto, tampoco podemos olvidar el magnífico cameo del protagonista de los
primeros libros de la saga, Rincewind, que aparece hacia el final de esta
novela.
En general, tengo que decir que
me ha gustado más que El color de la
magia y La luz fantástica, siendo
ambas fabulosas. En Mort el humor quizás
no está tan presente, cediendo un poco ante una ironía más sutil y un estilo
más pulido y que busca más la sonrisa que la risa fácil, pero que logra un
resultado en conjunto más agradable.
Sin duda, recomendada. Y no es
necesario leer las anteriores entregas de la saga, aunque se recomienda, porque
si no hay ciertas referencias aquí que se pierden. El libro, por cierto, se ha adaptado a teatro y, por lo que acabo de descubrir, también a un musical... Investigaré sobre ello.
Espero que la disfrutéis.
Allez-y, mes ami!
Buenas tardes, y buena suerte.
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LO MEJOR: el pasaje entre
capítulos que he mencionado. No sé cuánto tiempo estuve riéndome con ello.
LO PEOR: la ironía le gana terreno
al humor en esta novela. Aunque no sé si es algo bueno o malo, la verdad...
VALORACIÓN: 8,5/10. Le doy menos nota que a la primera entrega de la saga, aunque ya digo que, para mi gusto, Mort es mejor... Lo que pasa es que intento ser más justo con las notas ahora. Espero me perdonéis.
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"LA JUSTICIA NO EXISTE. SOLO EXISTO YO" Que gran verdad.
ResponderEliminarBuena crítica, pero mola más la Muerte de Bukowsi. Tiene un voz muy sexy.
'Mort' fue el primer libro que me leí de este autor, y me encantó. Y no creo que la ironía sea lo peor...yo hasta lo agradecí.
ResponderEliminarComo digo, no sé si es malo o bueno... A mí la ironía me encanta, y de los tres que llevo leídos me parece el mejor de la saga, pero es cierto que el humor más directo de los dos primeros era brutal y se pierde un poquillo. Por eso digo que no lo tengo claro...
ResponderEliminar¡Gracias por pasarte! :)