“Puede que sea una puta barata a tiempo
parcial, pero tengo sentimientos, ¿sabes? Y te aseguro que tu polla no me hace
sentir nada bien.”
Algunos
(o todos) sabréis ya que me voy, que abandono la crítica durante una larga
temporada… Y bueno, como eso es así, he decidido en estas fiestas dejarlo todo
en orden y despedirme a lo grande. Vamos a ello.
Imaginad
una novela con la irreverencia de de Bukowski. Añadid el humor histriónico,
burlesco y ácido de Douglas Adams. La ciencia ficción de Clifford D. Simak. El
tinte trágico de Sófocles. La mala bilis de Arturo Pérez Reverte. El enredo y
los diálogos ágiles de una peli de Tarantino. La épica de Edward Zwick. La
fantasía de Terry Pratchett… Imaginad una novela que combine todos esos
elementos, batidlo bien y añadid la poesía de un autor irlandés alejado del
mundo y el universo, recluido en una cabaña en el bosque durante los meses de
invierno y firmando autógrafos a sus pocos fans en las librerías el resto del
año. Y dando clases en una universidad de mala muerte en mitad de Santa Mónica.
¿Suena
apetecible? Añadiré además que El rifle
libertino es la primera de una trilogía, que repito, tiene un estilo tan
indefinible que durante 10 años las editoriales la rechazaron sistemáticamente,
una tras otra. Al final, tras muchas luchas, el señor Hawkes, nacido en el
pueblo costero de Fethard-on-Sea, con 47 años y casi 20 a sus espaldas en el
mundo literario logró publicar con Penguin Books en un contrato que le ofrecía
unos beneficios irrisorios. La novela no fue un gran éxito de ventas, como
cabía esperar, pero pronto se hizo con un pequeño club de fans al que
pertenezco desde hace pocas semanas.
Y
es que no es para menos, porque la complicación llega desde el primer instante.
El libro no tiene un argumento sólido y claro, sino que nos encontramos con
cuatro protagonistas completamente diferentes: Nemo (vaya, no es demasiado
original…), un aventurero y guerrero chapucero atrapado en una época fantástica
con una estética tremendamente steam-punk; Dolorm, un corsario espacial del
siglo XXIV; Nekor, una prostituta y escritora fracasada que vive en los bajos
fondos de Tokio; y Tercio Furio Camilo, un cuestor romano exiliado en el Ponto
Euxino en el siglo II d.C. Las historias de estos cinco personajes se unen y
entrecruzan en torno a una quinta persona: Fanergh, una chica de 15 años
encerrada en un hospital psiquiátrico. No os diré cómo es posible tal cosa,
pero os adelanto algo: no es un desvarío de la chica, ni están muertos ni nada
por el estilo, sino que la explicación es mucho más sorprendente (y real).
La
pluma de Hawkes es tremendamente detallista, pero al mismo tiempo muy ligera…
en la mayoría de la obra. Hay pasajes donde se permite entrar en divagaciones
filosóficas que abandonan por completo la acción durante varios párrafos (o
incluso páginas), para luego volver como si nada hubiera ocurrido. Al mismo
tiempo, se combinan una tercera persona omnisciente y un narrador en primera persona,
dependiendo de los personajes, o se sacrifica la narrativa a favor de la poesía
durante capítulos enteros (especialmente algunos de Nekor). Sin embargo, el
irlandés es capaz de combinar todos estos elementos con una maestría atroz, que
hace que las casi 800 páginas de la “novela” (no sabría cómo definir esto) se
te pasen volando.
Hay
dos elementos presentes en toda la obra, que obsesionan a Hawkes de una manera
increíble. Uno de ellos es el humor. Un humor irracional, absurdo, inteligente
y ácido, cínico, crítico con lo que le rodea, tremendamente social, y muy, pero
que muy difícil de entender para el lector de a pie (no quiero ofender a nadie,
pero es así, no está al alcance de todos). Una mezcla entre Adams, los Monty
Python, Les Luthiers y Mel Brooks pero llevada al extremo. El surrealismo
alcanza cotas insuperables en la historia de Dolorm, donde, básicamente, el
resto del universo mira con ojos extraterrestres a la raza humana y la juzga
como la última mierda que vomitó el Big-Bang.
El
otro tema recurrente y obsesivo es el sexo. Un sexo sucio y salvaje, humano y
realista, teñido de soecidad en algunos
casos (“y follaron, una y otra vez, como
dos perros en celo, y ella gritaba desaforada mientras él le clavaba la polla
por detrás como un ariete”) y de poesía en otros (“y cuando la miró a los ojos, a punto de vaciar su espíritu en ella,
sintió que era la única puta a la que querría destrozar el coño durante toda la
eternidad”)… O bueno, algo parecido a la poesía. El caso es que le preocupa
el sexo incluso más que a Murakami o Freud, y la verdad es que éste es una
forma bastante acertada y sin tapujos de describir y definir a sus personajes,
desnudándoles no solo literal, sino también metafóricamente.
El
final solo puedo decir que es una delicia, al tiempo que un auténtico suplicio
para el lector que haya disfrutado con la obra… porque aunque ya han pasado 14
años desde que se publicó el libro, la segunda parte aún no ha visto la luz, y
puede que todavía tarde en hacerlo.
Y
para cerrar, os dejo con las palabras del narrador que da comienzo a la
historia y al libro:
“¿Quién te crees
que eres? No eres más que un cerdo abandonado en un matadero consumista a la
espera de ser degollado. No sabes nada de tu vida. Ni de la tuya ni de la de
los demás. No sabes lo que es vivir. No sabes nada del mundo que te rodea. Eres
un cerdo que ya está muerto aunque aún no lo sepa. Nada más que eso. Pero
ellos… ellos sí que sabían lo que era vivir. Ellos se jugaban el cuello a cada
instante, porque sabían que la muerte sin la vida no merecía la pena. Nemo,
Dolorm, Nekor, Tercio Furio… ¿Te suenan sus nombres? Ellos eran auténticos
héroes. Y no tú, sentado en tu sillón, leyendo su historia. Hay que tener valor
para atreverse a enfrentarse a sus memorias, eso es cierto. Pero… ¿tendrás tú
ese valor? ¿Tendrás los huevos de seguir escuchando su historia hasta el
final?”
Allez-y,
mes ami!
Buenos días, y buena suerte.
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LO
MEJOR: el humor que impregna a la novela, la magistral forma de unir la
historia de los cinco protagonistas, la figura del narrador, la combinación de
estilos e incluso géneros literarios... Y la portada, que no tiene nada que ver
con la obra, y que por tanto es una forma más del autor de reírse de sus
lectores.
LO
PEOR: es una obra tan ambiciosa que a veces peca de complicación inútil. O no
tan inútil, pero sí demasiado inaccesible para el lector. A veces esa mezcla de
narrativa, ensayo y poesía la hace un tanto confusa.
VALORACIÓN:
9/10. Tiene fallos, pero aún así es, sin la menor duda, una de las mejores
obras que he leído en toda mi vida. Indiscutible. No tenéis excusa para no
leerla.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHe eliminado mi propio comentario porque no pienso dar mi opinión sobre el libro hasta que sepa a ciencia cierta que existe. Que en el día de los inocentes, toda precaución es poca xD
ResponderEliminarUn ermitaño pirado en Irlanda. No sé a que me suena.
ResponderEliminar¿Hoy vas de troll con las críticas? Ahora dirás que no te retiras, que todo era una coña para desvelar la verdad este día.
No, ahora diré que mi top 3 de Rockrítico era mentira: mis favoritos este año son Nicky Minaj, Justin Bieber y Carly Rae Jepsen.
ResponderEliminarEs mentira. Todos sabemos tu obsesión por Leticia Sabater.
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