Las imágenes más
bellas en un espejo cóncavo son absurdas
Este país ha sido siempre así, lleno de corrupción y miseria.
Lo es ahora, como lo fue en los años veinte del siglo anterior. Crisis
económica, políticos incapaces e indignos, revueltas y enfrentamiento social –
tiempo al tiempo-, aunque debo señalar una diferencia. Antes éramos más cultos.
Eran tiempos de la
Generación del 98.
Ramón del Valle-Inclán fue parte de dicho grupo compartiendo cartel con otros
ilustres escritores como Miguel de Unamuno, Azorín o Pío
Baroja. Un grupo de autores, marcados al igual que este país por el pesimismo y por la
pérdida de la identidad nacional, provocados por la humillante derrota en la Guerra de Cuba, que dio
nombre a la generación. Valle-Inclán comenzó en el modernismo, con obras como
el Marqués de Brandolín, personaje
caracterizado en Luces de Bohemia;
hasta finalmente establecer el esperpento, una deformación trágica y grotesca
de la realidad. Ambas obras son obras de teatro, pero también hizo gala de su talento
literario en la narrativa, con Tirano
Banderas o en la poesía, con sus Sonatas.
Luces de Bohemia es el primer esperpento, donde marca las
pautas de sus próximas obras como El
Ruedo Ibérico. Incluso, como haría Unamuno en Niebla con sus nívolas, el autor explica las bases de su
esperpento. De cómo la tragedia y sus héroes clásicos se ven deformados por la
realidad. Como en un espejo cóncavo.
El argumento trata de la decadencia de Max Estrella, inspirado
en la figura de Alejandro Sawa, poeta ciego y arruinado. Los ojos vacíos e
inútiles de este hombre, son los que dan la visión más certera acerca de la España que nos rodea. Una
España que estafa y engaña, que arresta, mata y se rebela contra si misma,
manteniendo una sonrisa estúpida en la boca, mientras pueda permitirse una caña
en un bar.
Nos acompañan caricaturescos personajes, destacando Don
Latino de Hispalis, cuya mejor definición se la debemos al propio Max Estrella:
Don Latino de Hispalis, grotesco
personaje ¡te inmortalizaré en una novela! Falso amigo y traidor, y al
mismo tiempo el perro fiel del poeta por las oscuras y frías calles de Madrid
durante una noche de borrachera. Tabernas, la cárcel, periódicos,
manifestaciones, despachos de ministros son algunos de los escenarios poblados
de distintos personajes deformados de diversa índole económica y social. Incluso el propio Rubén Darío
aparece, junto al Marqués de Brandolín, ambos protagonizando una de las mejores
escenas del teatro español, desfigurando al mismísimo Shakespeare y los
sepultureros de Hamlet.
El texto es una mezcla de expresiones cultas, en bocas de
prestigiosos poetas modernista, así como de vulgarismos más propios de los
pobres diablos que deambulan por las escenas. Diálogos sobre la muerte, el
éxito, la justicia, la memoria y de la realidad. Porque como dijo el propio
autor, "en España los héroes no mantienen la actitud trágica durante se produce,
sino un rostro caricaturizado." Todo ello acompañado de codicia, cinismo y muerte,
incluyendo irónicas peticiones de suicidio colectivo.
Las palabras están perfectamente trabajadas, se nota la
influencia modernista, aunque haya sido deformado en un espejo cóncavo, como dice la cita del principio.
Sencillo y complejo según la situación. Ácido e irónico siempre. Es un puñal al
orgullo español, entonces y ahora. Hay continúas referencias de su tiempo, desde
políticos como Maura hasta toreros como Belmonte.
El final, no podía ser otro. Es un canto al esperpento, que
debuta por la puerta grande de la plaza junto a las nivolas de Unamuno. Amargo
y cruel como la hiel, como no podía ser menos, y ni siquiera el mismísimo
entierro se libra del ridículo de la vida.
Lo mejor: Las verdades como puños, que solo un ciego es capaz de reflejar.
Lo peor: Que desgraciadamente sigue vigente. Un punto más
para el escritor.
Nota: Matrícula de honor. Imprescindible. Todo español
debería estar obligado a leerlo por decreto ley. Más en los tiempos que corren.
Pero creo que no interesa.
Max Estrella cambió mi vida. Creo que todos los que me rodeáis os habéis dado cuenta.
ResponderEliminar"Una España que estafa y engaña, que arresta, mata y se rebela contra si misma, manteniendo una sonrisa estúpida en la boca, mientras pueda permitirse una caña en un bar."
Mu sabias palabras, sí señor. Magnífica crítica (aunque deberías revisarla) y aún más brutal libro, lo mejor del teatro español (y una de las mejores obras dramáticas de la literatura universal).
Por cierto que, en algún sentido (el ridículo de la vida incluso en el entierro, por ejemplo), me recuerda a "El Gran Lebowski" de los Coen...
Revisada de nuevo. La verdad es que le tenía ganas y no solo no me ha defraudado, sino que ha superado notablemente mis expectativas, que eran muy altas.
ResponderEliminarSi algún día hacemos un podcast, una comparativa entre Niebla y Luces de Bohemia puede ser una gran idea.
¿Como que "si algún día"? Creía que lo del podcast era ya cosa hecha...
ResponderEliminarLa comparativa sería buena idea, sí :)
A mi me parece una idea perfecta. Pero habría que hablar que estructura hacemos, alguna idea como la comparativa etc...
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