Orson Scott Card – El juego de Ender (1985)

“No hay más maestro que el enemigo”

Los años 80 (desde los 50 hasta los 80, más o menos, de hecho) fueron una de las épocas más prolíficas de la ciencia ficción, dando lugar a obras inolvidables del género, clásicos instantáneos, y cerrando una etapa a la que le costaría recuperar su esplendor (que hoy en día está intentando retomar el cine, en una nueva oleada de sci-fi en la que tengo puestas muchas esperanzas). Los premios Hugo y Nébula galardonaron a algunas de las mejores obras que jamás hayamos gozado los fans; entre ellas, la obra maestra de Orson Scott Card, que logró ambos premios.

Nacido en 1951, el estadounidense ha cultivado diversos géneros, aunque es en la ciencia ficción donde más ha destacado. Autor de cuentos cortos (El juego de Ender comenzó como un relato corto en 1977) y diversas novelas (Un planeta llamado Traición, Los niños perdidos, El maestro cantor…), es más conocido por sus diversas sagas: La saga de Ender y su obra paralela, La saga de la Sombra; La saga de Alvin Maker o La saga del retorno. Con más de 40 obras en su haber desde que en 1978 publicara Capitol, se ha introducido también en el mundo de las adaptaciones (con la novelización de la película Abyss) y del cómic (guionizando capítulos de Ultimate IronMan), convirtiéndose en un autor de indiscutible fama en todo el mundo.

Y sin embargo, de entre su amplia producción, solo hay una novela que podamos señalar como una obra maestra sin parangón, y esa es El juego de Ender (si bien el propio Scott Card solo la consideraba una excusa para comenzar la Saga, de la que el segundo libro, La voz de los muertos, también logró los premios Hugo y Nébula al año siguiente). Ambientada en un futuro sin especificar, nos plantea a una humanidad a punto de enfrentarse en su tercera guerra con una raza alienígena, los “insectores”. Desesperados por encontrar un comandante capaz de dirigir sus tropas, los gobiernos de todo el mundo (agrupados en una alianza dirigida por el Hegemón, el Polemarca y el Estratego) monitorizan a los niños desde su infancia y, si tienen visos de ser aptos para el puesto, los envían a una Escuela de Batalla en el espaciio, donde serán entrenados para su cometido futuro.

La historia, en este caso, gira en torno al personaje de Ender Wiggin, uno de los chicos más prometedores para la comandancia, y las duras pruebas a las que se tiene que enfrentar en la Escuela de Batalla, aislado de sus compañeros y despreciado por ellos debido a sus maravillosas habilidades. Aunque la obra se centra en Ender, también hay capítulos dedicados a sus hermanos Peter y Valentine, en su “conspiración” por avisar al mundo del frágil equilibrio en que se encuentra.

El estilo de la obra es muy sencillo y ligero (de hecho, podría considerarse novela juvenil), y tiene muchos puntos en común con otros fenómenos mediáticos como Los juegos del hambre; sin embargo, si es cierto que hay detalles del argumento bastante sutiles o enrevesados, nada fáciles de entender para un público más joven; el narrador omnisciente rodea siempre a Ender, salvo al inicio de cada capítulo, introducido por conversaciones entre el Coronel Graff, el “mentor” del protagonista, y diversos interlocutores (maravillosas estas conversaciones en las que a veces no sabes ni quién está hablando, y que van deshilvanando los detalles del contexto donde se desenvuelve la historia de Ender). En algunos capítulos, la historia que se narra es la de Valentine y Peter; y en otros, ya casi al final del libro, después de centrarse en Ender, el narrador sigue a Bean, uno de los chicos que están a su mando en la Escuela (y que será protagonista del primer libro de la Saga de la Sombra, La sombra de Ender).

Casi todo el libro gira en torno a las experiencias de Ender en la Escuela de Batalla (al igual que el relato original), aunque al final éste ya abandona la escuela, y la novela toma un rumbo maravilloso, con una increíble vuelta de tuerca al final (una tras otra, mejor dicho, porque hay varias).

En general, los temas que toca son muy clásicos de la época: esas reminiscencias a la Antigüedad, por ejemplo (con un claro paralelismo entre algunas actividades de la Escuela de Batalla y los combates de gladiadores), o el foco en la psicología de los personajes, el estudio social del mundo, las guerras entre especies diferentes (y también la Guerra Fría, que sigue presente en el libro)… Scott Card toca todos estos temas con ligereza, sin centrarse demasiado en ellos y desarrollándolos a lo largo de la historia de Ender, dejándolos sin resolver en algunas ocasiones. También la colonización del espacio y los problemas que conlleva son de vital importancia en un momento de la novela, y en esto se nota mucho la influencia de autores como C. Clarke.

Durante varios años se ha especulado con un remake de la película que ya parece estar en marcha (después de varias cancelaciones) y que se estrenaría entre 2013 y 2014, protagonizado por Asa Butterfield, Abigail Breslin, Harrison Ford y Ben Kingsley. Mientras, a la espera de la película, intentaré hincarle el diente al resto de la saga, porque es cierto que el final del libro no hace sino abrir la veda para un universo literario completamente nuevo.

Que lo disfrutéis.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: los últimos capítulos son geniales, pero si tengo que quedarme con algo es con el capítulo 12, donde se empiezan a ver muchos de los hechos anteriores de forma totalmente diferente. Hay además un par de escenas con Ender que tienen una fuerza psicológica tremenda.

LO PEOR: en general no hay nada que disguste, salvo que quizás el estilo está poco cuidado… Convendría haberlo trabajado un poco más.

VALORACIÓN: 8,5/10. Una obra interesante, profunda y muy asequible para casi cualquier lector. Sin duda merece los premios que ganó.