Inventarle la vida sería igual que masturbarme pensando que estoy con ella. Como todos los sucedáneos, me dejaría con la tristeza de no poseer lo autentico, la tragedia de no conseguir lo que de verdad deseo.
Los
autores a veces nos gusta superar al resto. Inventamos mundos, los
damos vida; joder que somos dioses. Tiene su razón de ser. Hemos
conseguido que la gente nos escuche, nos lea o vea nuestras
películas. A veces nos ponen a parir por ello, pero otras veces nos
elogian nuestros examenes rigurosos que desnudan la sociedad
contemporánea, o eso diría un crítico que quiere decir cosas
bonitas de la obra en cuestión. Pero a veces simplemente somos unos tíos con ego y somos muy pretenciosos. Y hay que serlo para hablar de La
invención del amor, título pretencioso donde los haya.
El
señor José Ovejero, con una carrera sólida como escritor gracias a
diversos ensayos, poemas y alguna novela como Las
Vidas Ajenas.
No he tenido la oportunidad de leerle, pero de momento ha conseguido
hacerse un hueco en la literatura contemporánea española
consiguiendo con La invención del amor un gran número de ventas y
el premio Alfaguara 2013.
Samuel
es un soltero cuarentón de clase media que tiene ínsulas de
intelectual. Su vida es un coñazo absoluto. No para de quejarse de
ello. Pasa del trabajo, afortunadamente la empresa es suya sino le
echan. Pero un día su rutina de beber licor caro en una terraza
mientras se aburre se ve alterada por una llamada de teléfono que le dice que su
novia Clara ha muerto. Como no tiene nada mejor que hacer porque ni
siquiera se emborracha bien, se va a ver que se cuece en ese entierro
donde conoce a la hermana de la pobre Clara e intenta follársela
inventándose completamente toda su historia con Clara.
Debo
decir que al principio la cosa prometía al principio. El tío conseguía
tener cierta gracia con dosis de sarcasmo inteligente. El protagonista demuestra creatividad inventándose toda la vida de una tipa que no conoce de nada.
El problema es que se va soltando y se pone a contarnos su vida tan
poco interesante o reflexiones tópicas sacadas de un comentario de
un artículo de Jot Down.
Si
tu protagonista es aburrido, tienes un problema. Pero es que éste
además alardea de lo aburrido que está.
Me estoy volviendo perezoso; me cuesta pagar para obtener y tiendo a
conformarme con lo que me sale gratis, es decir, poca cosa. No
tiene apenas problemas, de hecho por eso se pone a hablar con los
conocidos de Clara. El resto de personajes son un poco más
interesantes, por lo menos no les mueve el aburrimiento. Pero tampoco mucho, esto hace que el argumento se vaya desinflando poco a poco.
Se
supone que analiza diversas crisis. La crisis económica, la crisis
de la mediana edad, la crisis de los valores, la crisis de los veinte
años y si tuviese más tiempo la crisis de tu equipo de fútbol. Evidentemente en
no más de 300 hojas apenas puedes profundizar en cada una de ella, pero sí reflexionar
con frases muy hipster.
El
estilo es pomposo y pedante. No puedes ser hipster sin unas cuantas
frases de twitter donde manifiesta lo mucho que piensa, aunque en
realidad este viendo The Wire. Pero por lo menos el ritmo es algo
rápido, no se hace muy pesado y es ameno que leer. Está lleno de
ironía aunque llega a cansar con el paso de las páginas.
Evidentemente
en el final está preparado para dar un paso importante en su vida
porque ha madurado porque supuestamente ha vivido una gran
experiencia. Bueno, en realidad simplemente ha pasado el tiempo y
todos sabemos que dentro de poco llega la crisis de los cincuenta.
Esperemos que no haya novela sobre eso.
¿Tengo
que leer esto? No
hace falta.
¿Mejor
momento? Alguna
gracia del principio.
¿Dónde
debería leer esto? En
la terraza mientras lamentas lo anodina que se ha vuelto la vida.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más? Busca
alguna novela recomendada por Jot Down.
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