“Brindemos
por todos nuestros terroristas, por todos nuestros bastardos, los más
odiosos y los que no podemos perdonar. Bebamos a su salud y que no
los veamos nunca más.”
Las
has visto por todas partes. Desde fiestas de Halloween hasta en
manifestaciones frente al congreso. Pero poca gente sabe realmente
cual es el origen de la mascara, solo recuerda la película. O ya ni
eso. Guy Fawkes, un católico que quería volar al parlamento inglés
y que fue tan odiado que se quemaba su figura cada 5 de noviembre, se
ha convertido en el símbolo de las nuevas juventudes anti-sistemas.
Lo cuál es bastante irónico. Pero demonios, ¿por qué estoy
hablando de mascaras? Porque todos los antisistemas vieron V de
Vendetta y alucinaron en colores. Eso sí, muchos no han leído el
comic de Alan Moore que es lo que nos ocupa.
¿Cómo
sé que no han leído el comic? Sed sinceros ¿Creéis que Alan
Moore, uno de los mayores haters del ser humano, iba a elaborar una
obra en la que todos unidos vamos a cargarnos al sistema? ¿En
serio? No. Para Alan Moore nosotros somos escoria, y sinceramente
cada vez creo que tiene razón, y nunca escribiría ese final. Hay
más matices en este V. De hecho, puedes verle como un héroe, pero
también como un loco asesino, palabra de Alan Moore en una
entrevista.
Eve
es una pobre chica que intenta sobrevivir prostituyéndose, la
primera de las muchas diferencias entre ambas versiones, pero su
primer cliente resulta ser un policía que se intenta aprovechar de
ella. Pero un hombre enmascarado aparece de la profundidad de la
noche y la rescata.
Ese
ser, llamado V, se dedica a matar a altos cargos del partido fascista
que ahora dirige Inglaterra. No hay moralidad en sus actos y no tiene
piedad ni siquiera con nosotros, que nos culpa directamente por
nuestra cómplice cobardía. Hasta Eve, su discípula, sufre, porque
para anhelar a la libertad tienes que sufrir un infierno.
También
hay otras subtramas que añaden nuevos matices a la historia como la
de Eric Finch, un policía que investiga los asesinatos de V; Adam
Rose, el líder de Inglaterra, enamorado del sistema que ha creado;
Rose Almond, una viuda que ve como su vida se ha hundido tras la
muerte de su marido; y Helen Heyer una ambiciosa esposa que aspira
alcanzar el máximo poder.
Ya
desde el prologo, Alan Moore se encuentra pesimista, como si viese en
esa Inglaterra totalitaria nuestro futuro. De hecho cada vez
avanzamos más en esa línea. Londres está poblado de cámaras que
vigilan cada paso. La rebelión de V está llena de ira y aunque
recite como si fuese un personaje de Shakespeare, es consciente de la
brutalidad de sus actos. Creo que es eso lo que salva al personaje
moralmente al personaje, porque aunque pueda ser necesario, al final
la violencia no tiene futuro.
El
ritmo es perfecto. Lento y afilado como una cuchilla El personaje,
quitando a V, que más destaca es Eve, más ingenua que el personaje
que encarna Natalie Portman en la película, pero con una evolución
y una participación mucho mayor, encarnando mucho protagonismo, casi
absoluto, al final.
No
me olvido del gran dibujo de David Lloyd, que dedica la obra a los
que siguen atentos al telediario. Junto al guión de Alan Moore forma
una atmósfera oscura y muy ambigua, en la que por mucha simpatía
que tengamos hacia V, ¿él es la respuesta, él es el futuro que nos
espera? ¿Héroe o villano? Que decidamos los lectores, que tontos no
somos.
¿Tengo
que leer esto?: Sí, sin excusas.
¿Mejor
momento?: No sabría cuál
elegir, porque hay varios momentos brutales. Yo personalmente me
quedaría con el capítulo final y la carta de Valerie.
¿Dónde
debería leer esto?: Frente al
congreso.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: From
Hell o Watchmen de Alan Moore. Maravillas también.
Interesante. Llevo tiempo queriendo hincarle el diente...
ResponderEliminar