"¡Así, el poeta será un guerrero y el guerrero un poeta!" (Alejandro Jodorowsky, "La Casta de los Metabarones")
martes, 21 de febrero de 2012
Haruki Murakami – Sauce ciego, mujer dormida (2008)
“Por decirlo de la forma más sencilla posible, para mí escribir novelas es un reto; escribir cuentos, un placer. Si escribir novelas es como plantar un bosque, entonces escribir cuentos se parece más a plantar un jardín.”
Entiendo que una gran mayoría de vosotros no haya oído mencionar nunca el nombre de Murakami. Puede que algunos lo situéis más o menos y acertéis que es un escritor (a partir de esta crítica, evidentemente; me refiero a priori). Algunos a lo mejor hasta conozcáis su nombre, y otros más despistados (o no, todo depende de cómo se mire), lo confundáis con el también escritor y director de cine Ryū Murakami. Hay quien, incluso, lo habrá leído. Pero bueno, al margen de vuestro conocimiento o desconocimiento, no cabe duda de que es uno de los escritores japoneses que más han llegado a la cultura occidental en los últimos años.
No me malinterpretéis: no es un escritor demasiado conocido, sobre todo fuera de los círculos de aficionados a este tipo de literatura. No pretendo que este blog sea un cúmulo de críticas de autores extraños y desconocidos (que luego, como diría mi querida Berenice, parece que no soy capaz de escribir ni leer cosas que el pueblo llano comprenda). Sin embargo, si os traigo hoy su crítica es por dos razones: una, que es un escritor maravilloso; y dos… que es maravilloso. No hay más.
Para poner en situación: Murakami nació en Kioto en 1949, estudió literatura y teatro griegos en la universidad (en parte espoleado por sus padres, dado que ambos eran profesores de literatura, aunque japonesa en su caso), y publicó su primera obra, Hear the Wind Sing, en 1979. Tras el éxito de una de sus dos grandes obras, Norwegian Wood (siendo la otra 1Q84, publicada en 2009), marcha a vivir a Occidente (EEUU y Europa) en 1986, aunque volvería a su país natal nueve años más tarde. Desde que comenzó a escribir (y como explica en la cita que da comienzo a este artículo), siempre ha alternado la redacción de novelas con la escritura de cuentos, publicados en diversas antologías.
En 2006 publica Sauce ciego, mujer dormida (aunque la primera traducción española no llegaría hasta 2008), una colección de relatos escritos entre 1981 y 2005, y cuyo título viene dado por el cuento con que se inicia la obra. Los 24 relatos que conforman la antología están escritos con una pluma que refleja un estilo sencillo y delicado, directo, que entreteje de forma magistral el mundo del sueño y la ficción con el realismo más exacerbado. Murakami pinta paisajes sencillos, situaciones cotidianas en que cualquiera podríamos vernos envueltos (todo ello aderezado en algunos relatos por la primera persona en la que el japonés se presenta como quien es en realidad, sin ocultarlo), pero introduciendo en la mayoría de los casos algún elemento bien directamente fantástico (como, por ejemplo, en “El hombre de hielo”, o “Somorgujo”), bien cuando menos extraño (“Cangrejo”), con una verosimilitud tal que te resultaría difícil concebir la prosa del autor sin ellos.
Constantemente, también, recurre a elementos como la música o recuerdos de su juventud; los relatos están cargados de referencias al jazz, los Beatles o Bob Dylan. Murakami entreteje sus memorias con las de sus personajes para reflexionar y llegar a conclusiones bastante lúcidas sobre diferentes aspectos de la vida o en algún caso, de la muerte. Las descripciones son rápidas, pero precisas; la narración, ágil y con una gran fuerza. Todos los cuentos, además, reúnen un punto en común: las debilidades y torturas interiores que sufren los personajes que los protagonizan.
Por lo general, he de decir que es un autor bastante positivo. A grandes rasgos, suele haber salvación para los personajes. Pero digo a grandes rasgos, porque también hay relatos cuyo final (o desarrollo) te da ganas de cortarte las venas. Y si no, a ver quién se lee “El séptimo hombre” y es capaz de decirme que le ha dejado indiferente.
Desde luego, os recomiendo que lo leáis. Ahora mismo. Jamás había estado tan seguro de algo en toda mi vida. Gracias a Murakami, he vuelto a escribir desde hace meses (habían pasado tres meses desde mis últimos versos), y por primera vez en más de un año, me he metido en prosa realista. Si eso no es una señal de su calidad literaria, no sé qué puede serlo.
Hacedme caso, no os defraudará lo más mínimo.
Allez-y, mes ami!
Buenas tardes, y buena suerte.
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LO MEJOR: en general todos los relatos son maravillosos, pero me gustan especialmente “Somorgujo”, “Hanalei Bay”, “La luciérnaga”, “El cuchillo de caza”, o “El hombre de hielo”. Y los mejores son, sin duda (o eso creo yo), “Sauce ciego, mujer dormida”, y “El séptimo hombre”.
LO PEOR: en ocasiones los elementos que introduce en sus relatos son surrealistas incluso para mí (como pasa en “La tragedia de la mina de carbón de Nueva York”… No sé si será culpa mía o no, pero el final me parece absolutamente incomprensible); y otras veces el relato es bueno, pero la trama es una pintura tan cotidiana que le hace perder un poco de interés (reconozco que, a pesar de ser precioso, “Un día perfecto para los canguros” es demasiado sencillo para mi gusto).
VALORACIÓN: Imprescindible, también. De lo mejor en literatura oriental que conozco, y una de las mejores colecciones de relatos que jamás he leído. Maravilloso. No dejo de agradecer a Berenice cada día que me lo prestara. Además, acabo de descubrir que en 2009 la revista Time lo eligió como uno de los 100 mejores libros de la década. Eso lo dice todo, ¿no?
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Sauce ciego, mujer dormida en Wikipedia
Haruki Murakami - El Séptimo Hombre
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Me tendré que leer algún relato solo por lo pesado que te has puesto con este tío. Pero bueno, tiene buena pinta. Además tras Bukowski, me fió de tus recomendaciones.
ResponderEliminarHaces muy requetebien. Vero lo tiene: discutidlo e intercambiais mis Bukowski por su Murakami xD
ResponderEliminarTiene buena pinta, la verdad. Así que lo buscaré en alguna biblioteca.
ResponderEliminarPor cierto, no viene al caso... Pero mi padre cogió hace poco en la biblioteca "Cartero" de Bukowski y ahora he encontrado un ejemplar de "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" de Murakami. Y te pregunto, George, ¿hay alguna posibilidad de que seas mi padre?
Hombre, "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo"... Le tengo muchas ganas. ¿Es tuyo o lo has encontrado en biblioteca? Porque si te pertenece podrías dejármelo algún día :)
ResponderEliminarEn cuanto a la pregunta... Posibilidades hay, no lo descarto. Pero lo dudo horrores xD
Es de biblioteca, que es básicamente mi medio de leer salvo cuando mis padres me dicen que pida algo para mi cumpleaños. Me he empezado esta mañana "Cartero", y voy por la página 120, así que mañana cae. Bukowski sigue estando por detrás de Vonnegut y Heller en mi clasificación, en cualquier caso.
ResponderEliminarVaya, qué mala suerte... Bueno, ya lo buscaré por ahí ^^
ResponderEliminarA Vonnegut y Heller no les he leído la verdad. Pero de Bukowski, antes que "Cartero" (que fue su debut), prefiero mil veces "Pulp" (que fue lo último que escribió... De hecho, no sé si se publicó de forma póstuma).
Estoy leyéndolo y he leído cuatro historias ya. Y es verdad, "La Tragedia de la Mina de Carbón en Nueva York" quedo MUY inconclusa, me hubiese encantado otro cierre porque la historia venía muy bien... No se, me caían bien los personajes y lo que les sucedía, pero la parte de los mineros estaba muy colgada... Parecía que habían impreso el libro mal xD No sé, me gustaría encontrar interpretaciones de ese cuento porque sinceramente no lo comprendo.
ResponderEliminarAH! Y Sauce Ciego es GENIAL, me fascinó. El Espejo también, pero medio predecible.