-¿Orgulloso de ser el hombre de
mañana? Fue culpa tuya... bastardo. El mundo cambió... y tú no.
Por eso me eligieron a mí. Eligieron al hombre que mataba frente al
que no lo hacía... y ahora están muertos.
El Apocalipsis siempre ha llamado la
atención. Sea como sea. Bomba nuclear, catástrofe natural, zombis,
todo vale para cargarse el planeta. Muchas sagas se han permitido el
gustazo de ponerse el subtítulo de Apocalipsis. Aunque sea un
recurso ya manido, impacta. En DC se estrujaron un poquito más el
cerebro y decidieron sacar Kingdom Come.
Kingdom Come, la llegada del reino en
español, relata de como el Apocalipsis llega al mundo de DC. Pero no
por culpa de los villanos como el Joker sino porque estos metahumanos
de grandes poderes han visto como su visión del bien y del mal queda
distorsionada. Ahora, ellos son el peligro.
Los metahumanos no son la respuesta. Es
lo queda claro en el viaje del reverendo Norman McCay acompañado por
un espectro y el tañido de las campanas del Apocalipsis. Solo se
puede evitar si todos son sabios, y dejan de lado sus obsesiones en
favor de lo más importante, de lo único sagrado según Superman: la
vida.
Pocas cosas puedo decir en contra de la
trama más allá de la existencia de un gran número de cameos y
referencias al propio universo de DC que puede confundir al lector
menos experto, aunque serán un puntazo para quienes ya manejen a
estos personajes. La historia va a más hasta llegar a una batalla
final y decisiva donde no hay ningún superhéroe. Solo guerreros y
luchadores desesperados y sin pasión. Todo termina con el final
perfecto que nos recuerda a todos que además de la fuerza y la
capacidad de poder volar, hay virtudes más importantes que los
superpoderes y son intrínsecamente humanas como nuestro juicio
moral.
La narración es un punto fuerte. Todo
lo que pasa lo vemos de forma externa, bajo los ojos de McCay, en un
viaje que empieza con visiones sobre un futuro devastado y citas del
último libro de la Biblia, y que continúa con un espectro
iluminando un camino donde seguimos a Superman. Nosotros y McCay
somos testigos del debate interno del Hombre de Acero.
El guión está firmado por Mark Waid y
representa bien ese debate sobre hacer lo correcto moralmente o hacer
lo que creemos que se necesite hacer aunque contradiga nuestros
principios. ¿Hay esperanza en un mundo donde la gente jalea a los
verdugos de los asesinos? ¿Dónde los justicieros ya desconocen lo
que es justicia o la han cambiado el nombre?
Los personajes están todos bien
explicados, mostrándose las causas que motivan sus acciones, y como
son cuando el fin les mira cara a cara. Wonder Woman es una guerrera
fiera que busca la paz y que ve que ha fracasado, Batman cree que es
el hombre quien tiene que alzarse y Superman ve que los antiguos
valores han perdido su vigencia.
La estructura viene marcada por cuatro
libros y que son el esqueleto de la narración. Además podemos
encontrar con un epílogo de la historia y también hay publicadas
cómics para ilustrarnos de lo que paso antes y después de la
historia.
Otro aspecto a destacar es el dibujo.
Es una autentica delicia, y sobre todo busca impactar al espectador
con un estilo realista que da a lo héroes un estilo más humanizado.
Todo proviene de las manos de Alex Ross. Todos los personajes se ven
envejecidos, especialmente Superman que parece su padre con sus gafas
y sus canas. Es un trabajo impecable.
El resultado final es una gran joya que
vuelve a demostrar que el mundo de los superhéroes es más que
peleas épicas, sino también de verdaderos debates. Los héroes
griegos eran a fin de cuenta lecciones sobre moralidad y todas las
tragedias que protagonizaron en el teatro ateniense son fruto del
examen de Sofocles y compañía de ese debate. Nuestros héroes
contemporáneos no iban a quedarse en algo menos.
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¿Tengo
que leer esto?: Sí, si eres aficionado a los superhéroes.
Si
tuviera que quedarme con un momento, ¿cuál sería?:
La escena del beso sin pasión.
¿Dónde
debería leerlo?: Frente una cárcel en el desierto de Kansas.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?: Tras consultarlo
con Jorge y Panmios del blog Supermán lee a Poe, destacaría Marvels
de la compañía rival de dibujo de Alex Ross, la famosa Civil War
que tiene ciertas similitudes sobre el debate de como tienen que
actuar los superhéroes. Otros nombres que han salido a la palestra
han sido Wanted, Top Ten, The Autority, Tierra X y Universo X.
Última
posdata
-Los metahumanos o la humanidad...
Uno de ellos pagará el precio definitivo. Y esa decisión no me
corresponde a mí. No soy un dios, no soy un hombre.
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