Creo que a estas alturas no voy a presentaros a Guillermo
del Toro. Gran cineasta mexicano conocido por dirigir películas como Cronos, Hellboy o la oscarizada El Laberinto del Fauno y también por ser productor de otros films como El Hobbit o Mamá. Autor que ha destacado por su imaginación en la creación de
monstruos, de marcada influencia lovecraftiana y por crear universos agobiantes, rodeados por una atmósfera oscura.
En el 2009 salió a luz Nocturna,
su debut literario, junto al escritor Chuck Hogan, un propietario de un
videoclub que paso de la noche a la mañana a ser un escritor de best-seller tras su novela The Standoff. Ha escrito
otras obras como El príncipe de los ladrones, que Ben Affleck adaptó al cine
bajo el título The Town. El producto
de la colaboración de ambos iba a ser una trilogía sobre vampiros y que ya han
firmado el contrato para la filmación de una serie.
Ya en la actualidad, un avión desde Berlín tiene un fallo
eléctrico y en el interior fallecen casi todos los pasajeros misteriosamente, ya que no hay ninguna causa aparente . Los médicos Ephraim Goodwather y Nora Martínez
investigan lo sucedido, sin sospechar la epidemia que se avecina.
Por lo que podéis
observar, el argumento carece de originalidad. Sin embargo la novedad está en el
diseño de los vampiros. Se aleja de la figura clásica del vampiro, aunque
mantiene algún que otro guiño a Bram
Stoker como el ataúd lleno de tierra. Por el contrario, es más similar a un zombi
de Walking Dead o Guerra Mundial Z, ya que el vampirismo es producto de unos
parásitos. Ellos provocan que la sangre se vuelve un líquido viscoso blanco compuesto por amoniaco
y los órganos se ven sustituidos por tumores. No tienen colmillos, sino un
aguijón de dos metros de longitud, con el que atacan a sus victimas en el
cuello. Solo son vulnerables a la plata y al sol. La otra forma de acabar con ellos es decapitándoles.
Los personajes
son bastante típicos. Setrakian ocupa el rol de Van Helsing, de hecho comparten
nombre de pila, Abraham. Ephhraim es un padre que lucha por conseguir la custodia de su
hijo tras su divorcio mientras intenta combatir con todos los medios posibles a
la epidemia. Sardu, también llamado El Amo, busca una guerra contra el resto de
vampiros consiguiendo su propio ejército.
Uno de los peores
defectos de este libro es el excesivo número de personajes, que hilan tramas
sin sentido y poco interesantes, como es el caso de los escasos supervivientes del accidente de avión. Además, el ritmo es lento excepto en las
escenas de acción que se concentran en el final. Se reflejan los pensamientos,
ya que los escritores intentan reflejar la oscuridad y el miedo psicológico a
los que se ven sometidos lo personajes, que en ocasiones funciona y en otras no. Hay cierto ingenio en los comentarios,
sobre todo en el principio y el final del libro, pero muchos pecan de falta de
originalidad y la obra acaba por resultar pesada.
En definitiva, es
un buen libro, entretenido, pero que la ejecución deja de desear en ocasiones. Demasiados altibajos y quizá en una película o una serie tenga más éxito. Aunque admito
que el final es bastante bueno y da pie a una segunda parte, Oscura, de mayor ritmo y mayor desarrollo de la trama. Sin
embargo, no creo que lo vaya a leer. Por ahora.
Lo mejor: El final. El diseño del monstruo vampiro.
Lo peor: Falta de originalidad y falta de estilo literario.
Como película o serie hubiera quedado mejor.
Nota: 6.
Una última postdata:
El monstruo no soy yo,
sino Dios. Tu Dios y el mío, el padre que nos abandonó hace tanto tiempo…puedo
ver en tus ojos aquello que más temes, y no soy yo… sino el foso en llamas. Y
ahora verás que sucede cuando lo alimento contigo sin que Dios haga nada por
impedirlo.
Valorándola como una primera parte, no me parece tan mala, pero es cierto que tiene algunos errores(también aciertos, que los diálogos a mí me gustaron bastante) y que del Toro no puede de dejar de pensar cinematográficamente. Como tú, pienso que como libro no destaca, pero como película podría haber sido buena.
ResponderEliminarY soluciona el blanco del fondo, que tenías prisa por ver a Rothfuss y no sé qué demonios has hecho.