Escribo todo esto bajo una fuerte tensión mental, ya que cuando llegue
la noche habré dejado de existir.
Estas son las palabras con las que H.P. Lovecraft da
comienzo a Dagón, el primero de los relatos de La llamada de Cthulhu y otros cuentos. Debo reconocer que es mi
primer contacto con su obra, a pesar de que tengo como amigo a un fanático del
autor que lleva varios años recomendándome que le eche un vistazo. Bueno, un
mago nunca llega tarde y una crítica menos.
Howard Philip Lovecraft nació el 20 de agosto de 1890 en la
ciudad estadounidense de Providence, perteneciente al estado de Rhode Island. Fue
un precoz niño prodigio pero que vivió aislado del resto la sociedad por culpa de
una madre viuda demasiado protectiva y una salud enfermiza, lo que marcó una
personalidad excéntrica que plasmó en sus relatos. Ni siquiera tras mudarse a
Nueva York y casarse con una comerciante local pudo dejar de ser un inadaptado.
Arruinado y divorciado, volvió a Rhode Island junto a sus tías, donde hizo lo
que mejor sabe hacer un escritor. Convertir sus frustraciones en literatura.
La obra reúne nueve relatos, que son una muestra completa de
las características del mundo lovecraftiano. En ellos sigue la senda de Edgar
Allan Poe, mezclando lo oculto y lo desconocido con la realidad. Pero además,
Lovecraft va un paso más allá. Crea un nuevo mundo, más propio a los sueños que
a algo real o simplemente concebible para el ser humano, donde los dioses
primigenios, anteriores al ser humano y al mismo universo, consiguen
manifestarse en la Tierra. El
terror viene de los contactos entre ambos mundos y las terribles consecuencias para
el hombre al encontrarse con una amenazadora realidad ajena a la suya.
Los personajes son sobre todo testigos de hechos
sobrenaturales que les suceden a ellos u otras personas. Son hechos sin
explicación, que se extienden por el relato como un gas y acaban asfixiando
hasta la locura al narrador y al lector. Los narradores intentan utilizar la lógica
y ser racionales, pero la razón se vuelve impotente ante lo insólito. También
aparecen personajes excéntricos como el músico Erich Zann o terribles como el
protagonista del El terrible anciano.
El uso de la primera persona acerca al lector a este mundo
cósmico y le hace participe de las ceremonias a Cthulhu, uno de estos dioses
que surgieron de la fecunda imaginación del autor. La técnica narrativa es
exquisita. A pesar de ser muy detallista en las descripciones, no se pierde el
ritmo ni resulta pesado, al contrario, ya que son estos detalles lo que da
verosimilitud a lo que cuenta.
Aunque no hay un orden lógico en los relatos, si que hay un
clímax. La aparición desde lo más profundo del Océano Pacífico de Cthulhu, que
protagoniza La llamada de Cthulhu. Es
el relato más largo, importante y de más calidad. También me gustaría destacar Dagón, La ciudad sin nombre y La
música de Erich Zann, que son los de mayor calidad.
¿Qué más podemos añadir sobre Cthulhu? Que realmente ha
salido de la imaginación de Lovecraft para expandirse cual plaga de peste por
nuestra cultura. Desde aparecer en canciones hasta encontrar hueco en nuestros
deseos sádicos de destrucción.
Lo mejor: La
riqueza técnica. La riqueza imaginativa del autor.
Lo peor: Si no te
gusta, Cthulhu te devora. No acabes como Justin, anda.
Nota: 8.7
Una última posdata.
Lo que emerge puede hundirse, y lo que se hunde puede volver a emerger.
La más estremecedora repulsividad aguarda y sueña en el fondo de los abismos en
espera de que llegue su hora, y la
podredumbre se extiende por las
tambaleantes ciudades de los hombres.
A ver si me lo leo ya... Leí una antología de Lovecraft en una colección de terror que sacó El País, pero no tenía ninguno de los mitos de Cthulhu. Con la excepción de "Dagón" (que es como un mito previo), que me pareció sin discusión el mejor de toda la antología. Si ese me gustó, el resto de los mitos me cautivarán.
ResponderEliminarBuena reseña :)
"Ph'nglui mglw'nafh Cthulhu R'lyeh wgah'nagl fhtagn"
Hola chicos!!! Os mando besos y abrazos a todos desde alemania. No he dejado de leer (eso es imposible) y estoy leyendo ahora a Italo Calvino, espero sacar tiempo de donde sea para hacer una reseñita. Echo de menos escribir en mi propio idioma!! Y echo de menos el blog!!
ResponderEliminarMuchos besos,
V.L.