El miedo
es la mercancía más importante del mundo.
Últimamente los muertos
vivientes están de moda, llegando casos de personas que desean fervientemente
que suceda el Apocalipsis zombi. Afortunadamente para los que tenemos aprecio
por nuestro cuello, las posibilidades de resucitar en un ser que vaga por la
tierra sin alma son ínfimas, a no ser que seas del Real Madrid y te llames Kaká.
La literatura ya ha
movido ficha, y han surgido varias novelas que han gozado de éxito. Entre ellas
Guerra Mundial Z, escrita por Max
Brooks, hijo del célebre cómico Mel Brooks. Ha seguido los pasos de su padre,
siendo parte del equipo de guionistas
del programa Saturday Night Live. Sobre zombis ha escrito, aparte del
libro que nos ocupa, Zombi – Guía de
supervivencia.
Un periodista, que se
supone que es el propio autor, ha realizado un informe compuesto sobre todo por
las entrevistas realizadas a los supervivientes para saber que paso de verdad
en la Guerra Mundial
Z. En ellas reflejan historias repletas de sufrimiento que se ven salpicadas
por una gran profusión de detalles técnicos. A fin de cuentas, al final se
convierte en un excelente medio de análisis del mundo contemporáneo.
La elección de la
estructura es muy acertada, ya que aporta bastante verisimilitud a los hechos
narrados, cuando es algo imposible que suceda. El ritmo es bastante elevado y
nunca se estanca. El autor utiliza distintos registros, dependiendo de cada
personaje. Algunos son más pasionales, otros más técnicos, pero en todos se
puede decir que tienen en mente el dolor de ver como su mundo se derrumba ante
sus ojos.
Bajo la apariencia de
novela de zombis, en realidad se camufla una feroz crítica a nuestra sociedad.
Tanto a la sociedad occidental, como a China, Rusia o Irán. El más devastador
es el episodio de Corea del Norte, totalmente subyugada a su líder.
Los personajes muestran
cada capa de la sociedad. Políticos, soldados, civiles, contrabandistas. A
pesar de que apenas pueden ser desarrollados, el autor logra dotarlos de vida. Dos
de los personajes más destacados son el capitán del submarino Chen, que
emprenderá un viaje en submarino por el océano o Paul Redeker, que salvo a la
humanidad condenando a la muerte a gran parte de ella.
Las conclusiones finales
resumen todo el terrible precio pagado, pero también que todo continua, aunque
ya no sea lo mismo.
Lo mejor:
La visión del mundo.
Lo peor:
Que se infravalore por su temática zombi.
Valoración: 9’1
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