sábado, 15 de septiembre de 2012

Mario Puzzo - El Padrino (1969)






“No es nada personal. Solo son negocios”


La literatura y el cine tienen una relación muy estrecha. A veces se enfadan y paren autenticas atrocidades como la película de Eragon. Otras veces los resultados son simplemente soberbios. Como lo fue la adaptación de la novela de El Padrino, dirigida por Francis Ford Coppola, y en la que participaron actores de la enjundia de Marlon Brando y Al Pacino. Pero para hablar de la película le doy el testigo al blog Yo Me Bebo Tu Batido. Yo me ocuparé de las letras.


Mario Puzzo, escritor de la novela colaboró en el guión. Era un escritor de origen italiano, que se convirtió en el literato de la mafia. A pesar de ello, no tuvo ningún contacto real con la mafia, siendo su visión algo romántica, declarando que el persoanje de Vito Corleone en la realidad "le horrorizaba". Otros libros que escribió fueron El último Don, La arena sucia, El siciliano o Los tontos mueren. Como guionista, aparte de colaborar en la trilogía de El Padrino, elaboró los guiones de Superman I y II o Cotton Club.


La obra comienza con la boda de la hija del Don Corleone. A pesar de su poder, un enfrentamiento con el resto de familias empezarán a manifestar la decadencia del Don, necesitando un sucesor que le sustituya y aseguré los negocios de la familia.


Los personajes son en su casi totalidad emigrantes italianos o descendientes suyos. Desde el omnipresente Vito Corleone, un niño que consiguió llegar a la cima, desde donde podía proteger a su familia. Michael Corleone, un personaje que va perdiendo su moralidad, hasta convertirse en un terrible capo de la mafia. Otros personajes son el irascible Sonny Corleone, el fiel Tom Hagen, los pétreos Clemenza y Tessio, el astuto Solozzo o el encantador cantante Johnny Fontane, inspirado en la figura de Frank Sinatra. Sin embargo, los personajes secundarios son bastante numerosos. Y algunos gozan de bastante simpatía como  el borracho Nino Valenti, personaje sacrificado en la película, que junto a Fontane, se convertirá en una estrella de cine, hasta que explote de beber de tanto alcohol.


El autor utiliza la narración en tercera persona, y la sucesión de escenas está muy influenciada en el cine, lo que debió facilitar su adaptación. La novela está estructurada en diferentes  capítulos, centrados en un personaje concreto. El ritmo está llevado con maestría, aunque abusa de la lentitud. El autor abusa de historias secundarias, que en realidad no añaden gran cosa a la trama y demasiados personajes secundarios planos que decoran las distintas escenas. No hay grandes alardes en el estilo, pero es preciso y correcto siempre.


El final del libro me gusta más que el de la película. Sobre todo por la evolución del personaje de Kay Adams, mucho más rico en el libro que en la pantalla. Su amor está fuera de toda duda, pero su esposo cada vez la asusta más, hasta verse obligada a velar por el alma de se amado. 


Lo mejor: Entretenimiento e intriga administrados correctamente


Lo peor: El estilo es demasiado lento. Sobra tramas y personajes secundarios.


Valoración: 8’5/10 Una obra de bastante buen nivel. Entretenida y buen manejo del suspense. Recomendada a quien quiera pasar un buen rato leyendo o a cinéfilos que quieran saber más de El Padrino.

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