Libres
sí, se dijo ahora. Que tomen sus propias decisiones. Pero que esas
decisiones sean las mías.
Jorge me dejo este libro
hace ya algún año antes de sus peripecias por el extranjero. Lo
hizo en el contexto del mes de Javier Negrete, que di comienzo con
una obra suya sobre Cleopatra, y que finalmente se quedo ahí tras un
abandono que espero que no vuelva a suceder.
Javier Negrete es uno de los autores
que más ha aparecido en este blog, sobre todo gracias a Jorge. Ha
escrito sobre ciencia ficción, fantasía, ensayo histórico y
también novela histórica. Yo solo le he leído cuando habla de
historia, pero la verdad es que es un gustazo leerle sobre cultura
clásica porque se nota que sabe de lo que habla – es profesor de
la materia - y que le apasiona.
La obra nos traslada a las
Guerras Médicas – las guerras entre Grecia y Persia - y se centra
en la figura de Temístocles, el ateniense que venció en Salamina.
El autor repasa el papel de Atenas aprovechando el recorrido de su
figura tanto en la batalla de Maratón como su obsesión por
construir una flota que se enfrentase a la persa. Además, vemos su
labor como político manipulador para conseguir sus propósitos en la
aún joven democracia ateniense mediante el ostracismo de rivales o
sobornos.
Temístocles es el absoluto
protagonista e hilo principal de la trama. Es un personaje admirable
por su estrategia, por su capacidad política pero también vemos su
ambición sin freno, su deseo de gloria ante lo que no se detendrá
ante nada y su falta de escrúpulos. El otro gran hilo es la caria
Artemisia, que vive entre los mundos griego y persa.
Un punto positivo es el
intento de recrear la cultura persa, a pesar de la poca documentación
que hay sobre ellos – como reconoce el autor en sus notas
históricas - retratando a Jerjes como un ser endiosado, conocedor
de su poder y presa de él. El espartano Leónidas, el reformador
Clístenes o el vencedor en Maratón Milcíades y su hijo Cimón son
otros personajes históricos que salen en la novela. Los personajes
secundarios también aportan a la historia, excepto quizá por
Apolonia que protagoniza una historia de amor algo insulsa y cuyo
desenlace no me termino de creer.
La novela combina bien su
enfoque narrativo con la sapiencia histórica. El autor rellena bien
los huecos que le permite la historia con su propia imaginación con
tramas que le permiten repasar otros escenarios como Babilonia o dar
reforzar la visión que tenemos sobre los personajes. Así mismo,
siempre trata de ajustarse a las fuentes y su interpretación más
fiable. Todo ello con continuas referencias culturales griegas y de
anécdotas sobre el conflicto. Eso si, la figura de Temístocles está
inflada sobre todo porque no tuvo contacto directo con Jerjes, ni fue
quien ideó la estrategia ateniense en Maratón. Pero bueno, son
licencias que son explicadas en las notas históricas posteriores.
La trama es adictiva y es
bastante amena. Temístocles es un personaje carismático que asume
toda la atención gracias a su astucia e inteligencia. Los
secundarios aportan, en especial el criado persa Sicino y Artemisia.
Hay algún lunar negro ya que el final no me termino de convencer, ya
que me pareció algo apresurado y no me termina de cerrar todo. Por
otro lado, leer la batalla de Maratón es una gozada.
Estamos ante una novela
histórica que cumple con su función para entretener y a la vez es
capaz de hacernos aprender sobre historia con fiabilidad. Una lectura
no imprescindible pero altamente recomendable para los interesados
por este período histórico.
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¿Tengo
que leer esto?: Sí, si te gusta la narrativa histórica y el
período clásico.
Si
tuviera que quedarme con un momento, ¿cuál sería?:
La batalla de Maratón
¿Dónde
debería leerlo?: Frente al mar, en un estrecho, imaginándote
trirremes asaltando barcos persas mientras un gran rey mira.
Me
ha gustado, ¿dónde hay más?:
Negrete tiene varios libros de historia antigua. El más
recomendable sería Las Águilas de Alejandro, a pesar de ser una
ucronía de Roma enfrentada al genio macedonio. Jorge puede ilustrar
más en este aspecto. Sobre las Guerras Médicas yo recomendaría
Puertas de Fuego de Steven Pressfield sobre las Termópilas,
posiblemente la mejor novela histórica.
Última posdata
Si
quería hacerlos libres y evitar que cayeran en la esclavitud del
Gran Rey, antes tendría que manipularlos. Por suerte, él no era
seguidor de Ahuramazda porque iba a tener que mentir bastante
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