martes, 24 de julio de 2012

Stanisław Lem – La fiebre del heno (1976)



“Actualmente vivimos en un mundo regido por la casualidad. En un gas molecular humano que es caótico y que con sus improbabilidades sólo asombra a los átomos aislados: los individuos”

Ya hablé hace unas semanas de Lem, y de otra de sus grandes obras, Fábulas de robots, y expresé ciertas reticencias ante un escritor que, teniendo un talento enorme, lo echaba a perder de forma lamentable por pretender hacer lo que le da la gana, y no lo que debería hacer. Ojo, no estoy diciendo que no pueda hacer lo que quiera; por supuesto, para eso el escritor es él. Pero si sus manías repercuten en la calidad final de la obra, pues hay que alzar la voz, lógicamente.

La fiebre del heno, publicada en 1976, se considera una de las obras más importantes del escritor polaco, y ha ganado algún que otro premio a nivel internacional, sobre todo debido a su originalidad (al menos en su día fue bastante original): una novela policíaca, pura y dura, pero enmarcada en un mundo de ciencia ficción ligeramente futurista. Aunque a priori la idea podría funcionar a la perfección, Lem sacrifica casi por completo los elementos de ciencia ficción, con lo que estos no hacen sino liar al lector, y quedando el resultado final en una novela policíaca como cualquier otra.
La historia sigue a un astronauta americano retirado, que viaja por Europa investigando una serie de muertes de ciudadanos americanos que se han producido entre turistas que han visitado una zona determinada de Nápoles. Sin embargo, esto no empiezas a vislumbrarlo hasta que llevas casi 100 páginas de relato, cuando el protagonista narra toda la historia a un científico francés para solicitarle ayuda en el caso. Hasta ese momento, resulta prácticamente imposible para el lector averiguar qué es lo que está pasando.

Como novela policíaca, falla a la hora de ayudar al lector a seguir el argumento para que él mismo intente anticipar el final. Lem crea una historia en la que la oscuridad en el texto prima sobre lo demás, por lo que el lector no tiene posibilidades de adivinar por sí mismo la conclusión de las investigaciones, que, lógicamente, es bastante inesperada (si bien deja bastante frío a quien lo lee).

El estilo, por otra parte, sí es el punto fuerte de Lem, con una sencillez que solo se complica a la hora de las descripciones, cuando son los elementos de ciencia ficción los que descolocan bastante al lector, haciendo esos pasajes un tanto incomprensibles. Por otra parte, y a pesar de que el estilo sea fácil de comprender, el resultado final, debido a lo extraño de la historia, se hace bastante pesado y arduo.

En general, es una novela un tanto insufrible, que podía hacer mejorado mucho si el autor se hubiera interesado más por que quien lo lee supiera lo que está ocurriendo. La idea, es buena (y lo digo yo, que no me gustan especialmente las novelas policíacas); el resultado final, muy decepcionante.

Espero que Solaris sea mejor.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

---------------------------------------------------------------------------------

LO MEJOR: la conclusión final de las investigaciones, así como la historia (una vez que logras vislumbrarla), son interesantes. Y la forma en que el protagonista llega hasta ellas, con un par de escenas realmente surrealistas, son geniales.

LO PEOR: al no entenderse nada durante casi la mitad del libro, la novela se hace muy pesada, insufrible.

VALORACIÓN: 6/10. Prescindible, aunque tiene aspectos que la salvan del suspenso.

6 comentarios:

  1. Parece que este autor es muy especialito. Incluso para ti. Espero tu veredicto de Solaris, y ya veré si le doy una oportunidad.

    Bendita la hora en que me recomendaste a Murakami. Es cojonudo. Menudos diálogos, que narración, como hila el argumento para crear tan fenomenal novela. Ya escribiré una versión más amplia de mi parecer, si no te importa.

    ¿Tienes alguna crítica pendiente? Yo tengo 2 casi 3.

    Por cierto, si vuelvo a escribir como en la crítica de 1984, dame un buen tirón de orejas. Sé que lo hice deprisa y corriendo, pero no es excusa. XD

    ResponderEliminar
  2. Ya te digo que si es especialito el señor Lem. Bueno, pero muy elitista. No sé cuando le hincaré el diente a Solaris, estos dos los tenía por casa, pero el otro no sé donde encontrarlo.

    Murakami es un maldito dios de la literatura, se merecía el Príncipe de Asturias de cabeza. Bendita la hora en que una amiga me lo recomendó, y en que tú y Vero me dejasteis los primeros libros. Por supuesto, haz crítica cuando quieras, como con El temor de un hombre sabio.

    Críticas yo tengo varias, aunque aún si escribir, acabo de conseguir un portátil y ayer me puse al día con otros blogs. Pero tengo ya leídos y pendientes de crítica "Niebla" de Unamuno, "Marciano, vete a casa" de Frederic Brown y "El juego de Ender" de Scott Card. Intentaré escrbirlas a lo largo de esta semana, vete publicando mientras algo tú, si quieres.

    Tranquilo, te tendré vigilado para que no se repita la cosa, no me gusta que escribáis borrachos xDD

    P.D: os recuerdo que mañana se hace la matrícula, que no se os olvide.
    p

    ResponderEliminar
  3. Yo tengo La Reina del Sur de Reverte, Los Hombres que no pudieron reinar de Ruben Uría y Murakami.

    ResponderEliminar
  4. Yo ya tengo la de Unamuno. En cuanto quieras, publica una de las tuyas, yo voy escribiendo las que me quedan. Nos vamos turnando, una (de cada uno) cada dos o tres días. Así nos durarán cosa de dos semanas las seis críticas.

    ResponderEliminar
  5. Por mi perfecto. Ya he subido a la Reina del Sur.
    Tengo una propuesta. ¿Antes de que estrenen el Hobbit hacemos un repaso a Tolkien de forma conjunta?

    ResponderEliminar
  6. Una idea cojonuda. En septiembre me pongo a releerlo. Y ya de paso, hacemos también crítica (conjunta o no) de ESDLA y obras menores de Tolkien, ¿te parece?

    Ahora leo la Reina del Sur. El finde subiré yo Niebla.

    ResponderEliminar