Solo la muerte puede comprar la vida.
Si
queréis una reseña sencilla y digna de los 140 caracteres de twitter, os la doy ahora mismo. George R.R. Martin cogió su fusil. Y no dudo en utilizarlo. Da
igual quien seas, si el desafortunado era un protagonista o un simple campesino
que cometió el error de pasar por ahí. El autor juzgó que le sobraban
muñequitos para jugar con los tronos y decidió limpiar su estantería. Y lo hizo
a conciencia.
La
lucha por el trono sigue su curso. Los Lannister ven muy cerca la victoria tras la victoria en la batalla de Aguasnegras y su alianza con los Tyrrel. Sin embargo el
Juego de Tronos es caprichoso y confiarse puede deparar un destino fatal. Las
intrigas de Poniente infectan la salud del reino, ignorando los peligros que se
acercan.