“Puede que sea una puta barata a tiempo
parcial, pero tengo sentimientos, ¿sabes? Y te aseguro que tu polla no me hace
sentir nada bien.”
Algunos
(o todos) sabréis ya que me voy, que abandono la crítica durante una larga
temporada… Y bueno, como eso es así, he decidido en estas fiestas dejarlo todo
en orden y despedirme a lo grande. Vamos a ello.
Imaginad
una novela con la irreverencia de de Bukowski. Añadid el humor histriónico,
burlesco y ácido de Douglas Adams. La ciencia ficción de Clifford D. Simak. El
tinte trágico de Sófocles. La mala bilis de Arturo Pérez Reverte. El enredo y
los diálogos ágiles de una peli de Tarantino. La épica de Edward Zwick. La
fantasía de Terry Pratchett… Imaginad una novela que combine todos esos
elementos, batidlo bien y añadid la poesía de un autor irlandés alejado del
mundo y el universo, recluido en una cabaña en el bosque durante los meses de
invierno y firmando autógrafos a sus pocos fans en las librerías el resto del
año. Y dando clases en una universidad de mala muerte en mitad de Santa Mónica.