martes, 22 de septiembre de 2015

Arturo Pérez Reverte - El Pintor de Batallas (2006)


Cuando el desastre devuelve al hombre al caos del que procede, todo ese civilizado barniz salta en pedazos, y otra vez es lo que era, o lo que siempre ha sido: un riguroso hijo de puta.

Arturo Pérez Reverte es uno de los escritores españoles con más éxito de ventas, casi al nivel de grandes superventas como Olvido Hormigos. Por otro lado, es conocida su labor como articulista y, por su fuera poco, como tuitero. Desde ahí se dedica a dar rienda suelta a su lengua viperina y a disparar contra gran parte de lo que se mueve por este país en el que como dice él mismo “no cabe un tonto más”.

Pero hay veces que este cascarrabias profesional decide dejar de desahogarse y demostrarnos que es tan humano como cualquiera de los mortales que le rodeamos. Posiblemente El pintor de batallas sea donde Reverte más abandone al personaje que ha creado y sea más sincero con sus lectores, siendo capaz de abrir la caja de Pandora de sus recuerdos como corresponsal de guerra, especialmente los relacionados con la Guerra de los Balcanes.