“Esta es una historia sobre la memoria…”
Hace
pocas semanas, el pasado 12 de marzo, fallecía Terry Pratchett, uno de los
mejores (para mí el mejor que quedaba vivo) autores de la historia de la
narrativa fantástica. Terry llevaba desde 2007 batallando con lo que él decía
era una versión “muy rara” de Alzheimer que, con todo, no le apartó de la
escritura: de hecho, desde que hizo público el anuncio han visto la luz cerca
de 15 obras suyas (algunas propias, otras co-escritas, y un par terminadas y
pendientes de publicación). Teniendo en cuenta que han pasado 8 años… no está
mal.
La
muerte de Terry nos dejó un poco hechos polvo, dado el cariño que le
profesábamos en este blog (estoy releyendo una de mis últimas reseñas, sobre
Gaiman, donde recordaba mi sueño ya imposible de tener el ejemplar de Buenos presagios firmado por ambos). Joseca
y yo vimos la necesidad de hacer algo especial en su honor, y entre que
preparamos alguna sorpresa más interesante, he creído correcto dedicarle una
reseña a una obra del Mundodisco escogida al azar y que no hubiera leído hasta
ahora.