lunes, 31 de octubre de 2016

Robert Graves - Dioses y Héroes de la Antigua Grecia (1960)



¡Es imposible! Hera ha profetizado que ni dioses ni mortales pueden matarlos.
Probablemente es así, pero todas las profecías tienen una trampa.

Desde que el hombre es hombre siempre ha tratado de comprender el mundo que le rodea. Pero los misterios suelen superar nuestro entendimiento. Por ello el hombre le dio una interpretación de seres inmortales que crearon el mundo y todas las cosas que hay en él. Abuelos, padres e hijos están atados por historias que pasaban de generación en generación.

Los griegos no fueron una excepción. Los creadores de la democracia y la filosofía tenían su propia mitología. Pero se caracteriza porque es una de las más humanas. Al contrario de ese dios misterioso y vengativo del judaísmo, los dioses abstractos de los dioses del Nilo y un gran conjunto de deidades extrañas orientales, los dioses griegos tenían sentimientos y pasiones e incluso la gran mayoría de las veces sucumbían a ellas. Muchos de los relatos que los griegos crearon sobre sus dioses no les dejan en buen lugar, y los convierte en seres mezquinos, egoístas, ridículos y no dudan en parodiarlos.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Mark Waid & Alex Ross - Kingdom Come (1996)


-¿Orgulloso de ser el hombre de mañana? Fue culpa tuya... bastardo. El mundo cambió... y tú no. Por eso me eligieron a mí. Eligieron al hombre que mataba frente al que no lo hacía... y ahora están muertos.

El Apocalipsis siempre ha llamado la atención. Sea como sea. Bomba nuclear, catástrofe natural, zombis, todo vale para cargarse el planeta. Muchas sagas se han permitido el gustazo de ponerse el subtítulo de Apocalipsis. Aunque sea un recurso ya manido, impacta. En DC se estrujaron un poquito más el cerebro y decidieron sacar Kingdom Come.

Kingdom Come, la llegada del reino en español, relata de como el Apocalipsis llega al mundo de DC. Pero no por culpa de los villanos como el Joker sino porque estos metahumanos de grandes poderes han visto como su visión del bien y del mal queda distorsionada. Ahora, ellos son el peligro.