jueves, 5 de abril de 2012

Javier Negrete – La luna quieta (1991)



“¿Cómo puedes esperar sobrevivir cuando el propio universo camina hacia su muerte?”.

Como dije en la última crítica, hace ya tiempo que decidí que Javier Negrete es mi escritor favorito en toda la historia de la humanidad. Con diferencia. Por muchas razones que ya enumeré, entre ellas, su facilidad para pasar de un género a otro como quien cruza un paso de cebra con el semáforo en verde. Y por eso, será el primer escritor que tenga el honor de hacer doblete en el blog (Rothfuss no cuenta, porque sus dos obras pertenecen a la misma saga) o incluso, quizás, triplete cuando me termine La amada de los dioses.

Dicho esto, y como ya hablé el otro día del autor, pasemos directamente a la obra. Al igual que Buscador de sombras es una novela corta, finalista del premio UPC del año ’91 (ambas se reeditaron luego, de forma conjunta, en 2005, y es esa la edición que me compré yo, y la portada que aparece en ambas entradas), de apenas 120 páginas, y también tiene una ambientación de ciencia ficción que, en esta ocasión, se mezcla bastante con filosofía, recordando a los trabajos de Clifford D. Simak (por cierto, aprovecho para pediros, si alguno tenéis alguna obra de Simak, que me la dejéis, que tengo ganas de releerle).

En La luna quieta se nos muestra a un grupo de personajes bastante variopinto que convive en una residencia, a la que han ido a parar cada uno por diversos motivos, de los que nunca hablan. Cuando un nuevo residente, más joven que los demás, llega al lugar, comienza a sembrar la discordia entre sus inquilinos, y comienzan a pasar cosas bastante raras. Nuevamente, el narrador omnipotente sigue a Alberto, uno de los residentes, y en el que se centra la acción, pues es el primero en sospechar que en su estancia en la residencia hay gato encerrado: básicamente, empieza a pensar que la residencia no es tal cosa, sino una especie de limbo fuera del espacio y el tiempo, y que todos sus inquilinos están muertos. A partir de aquí, Javier se lanza a un arriesgado juego de reflexión sobre la vida y la muerte, la locura, el valor de la existencia… La verdad es que es bastante difícil analizar la novela sin desvelar partes de la trama, pero a rasgos generales Negrete da una visión maravillosa sobre lo que hay después de la muerte, y la forma en que cada uno afronta lo que va a encontrarse.

El estilo, como siempre, es sencillo, con diálogos constantes y una narración muy descriptiva, que es donde Javier demuestra su mayor genio. La trama está construida a la perfección, y en este caso sí que es bastante inesperada, entre otras cosas, por su originalidad y la dificultad que entraña mantener la credibilidad de la historia. De hecho el final me pareció correcto y bastante bueno, aunque no perfecto: la trama se desarrolla de tal forma, y crea tal expectativa, que cualquier forma de cerrarla se deja siempre algo en el aire, algo que se podría mejorar (como le pasó a Perdidos, que por muy buen final que tuviera la serie, siempre iba a ser insuficiente). Eso sí, los guiños a la cultura griega que se permite al final son maravillosos.

La novela, por otra parte, puede ser bastante positiva o realmente deprimente, todo según se mire. A mí la visión de la existencia que da reconozco que me ha dejado hecho polvo, porque es una crítica bastante voraz y mordaz a muchas de las creencias que cualquiera de nosotros podamos tener sobre la vida. Aunque también habrá quien vea la historia en su vertiente más positiva… Todo depende del lector.

En general, y a grandes rasgos, es una de las novelas más frescas e interesantes que he leído en mucho tiempo. Y aunque también esta se hace un poco corta (quizás porque estoy acostumbrado a textos muchísimo más largos de Negrete), también merece mucho la pena. De hecho, ésta sí que se ha convertido en una de mis novelas favoritas de Javier.

Como dije con Buscador de sombras, si os apetece leerla, me lo decís y os la dejo.

Allez-y, mes ami!

Buenas tardes, y buena suerte.

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LO MEJOR: la historia, que es bastante particular y está llevada de una forma deliciosa (la escena con Miguel en la que se “parodia” la Última Cena, o algo parecido, es bestial). También me encantó la trama de la novela de ciencia ficción en la que trabaja uno de los personajes, Luisa, que podría haber dado para una saga brutal. Quizás le pida a Javier permiso para escribirla…

LO PEOR: no tengo la menor queja, es un libro fastuoso.

VALORACIÓN: 10/10. Más que imprescindible. Y, este sí, uno de los mejores libros de Javier.

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2 comentarios:

  1. Buena crítica. Una aclaración. El primer doblete lo ha conseguido Paulo Coehlo.Pero bueno como dije en el post anterior déjame Salamina y así Negrete se marca el hat-trick.

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  2. Cierto... Pero bueno, Coelho repitió en boca de diferentes críticos, Negrete tiene el mérito de que soy yo quien le ensalza xD Tranquilo, el hat-trick llegará con mi crítica de La amada de los dioses, que ya tengo escrita ;). Y Salamina, cuando lo encuentre, te lo dejo ;)

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