martes, 20 de diciembre de 2016

Frank Milller y Lynn Varley - Elektra Lives Again (1990)


Cuando sueño... últimamente no he hecho más que soñar. Y siempre es el mismo sueño.

(Hay un spoiler, pero considero que tras leer el título debería ser asumido)

Daredevil es uno de esos héroes malditos. Tuvo inicios complicados, ya en el propio cómic antes de que lo cogiera Frank Miller como cuando Ben Affleck le dio vida en la gran vida. Sin embargo, siempre ha resurgido de sus cenizas, ya sea con la serie de Netflix o con el escritor estadounidense. Peor suerte ha tenido Elektra.

Frank Miller hizo famoso al diablo de la Cocina del Inferno y le rodeó de parafernalia de ninjas, artes marciales y asesinos. Uno de esos asesinos era Elektra Natchios. Entrenada para matar sin piedad y a la vez amante el héroe enmascarado, acabó falleciendo en combate. Sin embargo, había una duda de si podía volver a la vida como muchos otros personajes de Marvel. Duda que disipó Frank Miller de un modo que solo él podía hacerlo.

La trama arranca con Matt Murdock confesándose ante un sacerdote, lleno de pesar y buscando rendención en el Dios católico, no para él sino para Elektra. La asesina. Su amante. Sueña con ella, no es capaz de dejarla ir. Como los lectores, pide el retorno de Elektra.

El título puede llegar a engaño. No es un cómic de Elektra, ni tampoco de Daredevil, sino de Matt Murdock. De hecho apenas lleva puesto el traje. La obra va de la soledad, de no llevar bien la pérdida de un ser querido. Estos hechos se enmarcan en la desesperación que empieza a prender en el hombre sin miedo y que veremos desatarse en Born Again, de la que tendremos una referencia clara en una llamada a Karen que en apariencia no dice nada si no se ha leído Born Again.

SPOILER

Elektra Lives Again lleva a engaño porque ni Elektra es protagonista - aunque sí es el motor de la trama - ni vive de nuevo. Mucha gente ha rebautizado la obra como Elektra Dies Again. Frank Miller pensaba que Elektra estaba mejor muerta y se saca de la manga esta historia onírica y con ciertos momentos en que no se sabe que es verdad y que imaginación.

Elektra vive solo en los sueños de Matt, que la ve en una montaña perseguida por sus víctimas. También sueña con las ansias de venganza de La Mano y la creencia de ritos para resucitar al villano Bullseye para culminarla.

La trama es verdaderamente confusa. Miller mezcla continuamente la realidad con los sueños. Hay momentos en los que es conveniente repasar las páginas que se han leído anteriormente. Y los lectores están divididos, algunos optan por una trama de ritos extraños y otros – en los que me incluyo – llegan a la conclusión de que todo son desvaríos de Matt Murdock.

Elektra apenas aparece y solo tiene una línea de diálogo. Su presencia sirve más para ser el tormento de Murdock y finalmente su rendición en un último adiós. Su figura es más simbólica que personaje real tanto cuando aparece con su traje característico rojo o desnuda y también vestida de monja.

El dibujo corre a cargo de Miller pero el color era responsabilidad de la que seria su esposa y colaboradora Lynn Varley, como pasa en 300, Ronin o El Regreso del Caballero Oscuro. Es un cómic artísticamente muy de Miller, con su trazo característico. Los escenarios están muy bien diseñados, tanto la catedral, el cementerio nevado y el empleo de escaleras muy al estilo de Escher.

El guión huele a Frank Miller. La voz en off que acompaña al lector continuamente, siendo el propio protagonista quien te cuente la historia con sus propias sensaciones y pensamientos es un recurso muy usado por Miller. Solo hay que leer o ver Sin City para darse cuenta.

Frank Miller entierra – por lo menos por su parte- a uno de sus personajes más icónicos. Es una conclusión que no da lo que promete y puede llegar a decepcionar a algún que otro fan que busque una obra sobre Elektra. Eso no quita que sea – más allá de toda polémica – una joya. Es breve y quizá se necesite conocer a los personajes antes para poder ser disfrutada. Pero en todo caso, una obra esencial para los amantes del cómic en los que se despide – para Miller al menos – uno de los personajes más famosos con su última orden: Adiós

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¿Tengo que leer esto?: Sí, si eres fan de Daredevil

Si tuviera que quedarme con un momento, ¿cuál sería?: Las escenas oníricas

¿Dónde debería leerlo?: En una catedral o un cementerio nevado.

Me ha gustado, ¿dónde hay más?: La etapa de Daredevil de Miller es altamente recomendable, especialmente Born Again. Otras obras del autor del estilo puede ser la siempre reivindicable Ronin.

Última posdata

Nunca tuviste ni una oportunidad. No desde el momento en que naciste.

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